viernes, 13 de mayo de 2011

El código del guerrero

Empleamos los términos “buscador” o “guerrero espiritual” para denominar a las personas que indagan sobre sí, que se preguntan a cerca del sentido de la vida, que se proponen desarrollar valores elevados y que cultivan la vida cotidiana para desarrollar sus energías y alinearlas con la Totalidad.

Proponerse aprender de todo y de todos,considerando cada situación y persona como un maestro, es una tarea maravillosa, pero no es fácil saber qué cómo conducirse cuando decidimos vivir sin pertenecer a instituciones, basándonos solamente en lo que recibimos o percibimos interiormente, para ser nuestra PROPIA LUZ

Ramiro Calle, en “La vía secreta del guerrero espiritual”, propone un código de conducta,un instrumento útil para enfocar la atención, la auto vigilancia e impulsar el despertar de la

conciencia.

No se trata, en absoluto algo que él imponga,ya que el guerrero tiene que ir encontrando los

valores que guíen sus pasos en el camino.



El código que propone es producto de su experiencia, por ello es una tarea interesante que

cada quién se anime a crear el propio y reforme éste… según la propia.

Esto es muy importante, pues si decidimos llevarnos por nuestra experiencia interior, tenemos

que CREAR nuestro propio código de valores,de conducta,de VIDA.

Mientras tratan de formularlo,según lo que resuene a s u interioridad,…les acerco el que se ha propuesto Ramiro Calle ,como guía, porque me parece muy valioso…

1. Nada de lamentaciones: al lamentarnos, experimentamos un temporal alivio, pero perdemos parte de nuestra energía y nos debilitamos.

2. Nada de auto compadecerse: no ceder a la autocompasión puede permitir aprovechar el propio ánimo para pulirse y sacar fuerzas de la propia debilidad pasajera.

3. Superar la auto importancia: nuestro propio narcisismo es fuente de dolor y nos hace débiles y neuróticos. Así quedamos pendientes de los juicios de los demás sobre nosotros, nos sentimos rápidamente heridos si no nos consideran lo que esperábamos, ansiamos ser centro de atención y reclamamos incesantemente cariño y cuidados.

4. Cambiar el «no puedo» por «no quiero». “Incluso debemos aprender a decir «no quiero» en lugar de «no puedo», cuando sea así, de manera cortés, pero exponiendo nuestra verdadera intención.

5. Cambiar «me hacen» por «me hago». Es cierto que estamos expuestos al maltrato de los otros, pero en la vida cotidiana por lo general, siempre que nos hacen o muchas que nos hacen, es porque nos dejamos hacer.

6. No mentir, no falsear (ajustarnos a la realidad tal y como es). No solo mentimos a los otros o les falseamos los hechos, sino que con más frecuencia todavía nos mentimos a nosotros mismos. El guerrero espiritual utiliza la realidad para ponerla al servicio de su búsqueda, utilizarla como piedra de toque para pulir su carácter.

7. Nada de pretextos o justificaciones. Si algo tienes que pretextarlo, no lo hagas. El guerrero vive exponiéndose, no pretextándose, abriéndose, no justificándose.

8. Ser responsables de nuestros actos: se requiere valor y coraje para responsabilizarse de todo acto. Trata de ser diestro y directo, pero si se equivoca, asume su equivocación.

9. Nunca culpabilizarse ni arrepentirse. La culpa y el arrepentimiento son falaces e infantiles.

10. No arrogarnos cualidades de las que carecemos.

11. Aceptación, amor por nosotros mismos y por las demás personas: Aceptación no es resignación. Aceptación es asumir las cosas tal cual son y desde esa actitud de aceptación, comenzamos a tratar de modificarnos.

12. Ecuanimidad más allá de la avidez y la aversión

13. Ser concientes sin prejuicios y condicionamientos, vigilante a la mente, la palabra y la

acción

14. Tomar la vida como un maestro, un reto, sin demandar excesiva seguridad.

15. Ser de todos, pero de nadie demasiado: En el lago se reflejan las estrellas por la noche,

pero ninguna puede aprisionar sus aguas.

Así es el guerrero.

En disponibilidad, abierto, pero no se hipoteca con nadie, no alimenta dependencia, ni apegos mórbidos.

16. Ser el propio refugio, la propia lámpara, la propia autoridad, dependiendo psicológicamente

de uno mismo.

17. Desarrollar el sentimiento de que cada segundo puede ser el último: La muerte no es mañana; es hoy.

Siempre será hoy cuando llegue la muerte, el gran mensajero divino.

Cuanto más apegados estemos, más la temeremos; cuanto más ego tengamos, más horror nos inspirará.

Sin apego, sin ego, ¿qué es la muerte?.

Su idea no debe debilitarnos, sino proporcionarnos fuerza.

Si vivenciamos cada segundo como que muy bien puede ser el último, le procuraremos un significado pleno y creativo y lo haremos en inafectación y libertad.

Me ha parecido oportuno para su reflexión compartirlo…pero siempre instándolos a que cada uno BRILLE CON LUZ PROPIA…es decir…no duden,si les parece que algo de éste código no es adecuado para uistedes…reformularse su propio código…y adherir a él como un voto que hacen a su DIVINIDAD

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